Las bajas temperaturas, el viento y el uso de calefacción reducen la humedad de la piel, debilitando su barrera protectora natural.
Aquí, algunos consejos sencillos para mantenerla suave e hidratada toda la temporada
1. Cremas: Aplicala varias veces al día. Busca productos con ingredientes como glicerina, ácido hialurónico o manteca de karité.
2. Ojo con el agua caliente: Opta por duchas o baños más cortos y con agua tibia.
3. La importancia de un buen jabón: Los productos con pH neutro o diseñados para pieles sensibles son ideales para no agredir la barrera cutánea.
4. No olvides tus manos y labios: Son las zonas más expuestas. Utiliza guantes al salir y lleva contigo siempre un bálsamo labial.
5. Bebe suficiente agua: La hidratación interna es tan importante como la externa.
Si notas que tu piel se agrieta de forma severa, sangra o la comezón es insoportable, es fundamental que consultes a un dermatólogo.