Hace 53 años, con bolilleros de madera, libretas manuscritas y niños cantores entonando los números, se realizaba el primer sorteo de la Quiniela Misionera. Así comenzó a escribirse la historia del juego más emblemático de Misiones, una tradición que hoy sigue profundamente arraigada en la vida cotidiana de miles de personas en la provincia.
Durante décadas, fue el principal motor económico del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC), consolidándose como el juego más antiguo, popular y de mayor recaudación de su portafolio. Su formato simple y accesible lo convirtió en un clásico infaltable en cada agencia misionera. Pero su impacto va más allá del entretenimiento: con sus ingresos se sostienen numerosos programas sociales que benefician a miles de familias en toda la provincia.
Desde sus inicios, la Quiniela Misionera asumió la innovación como una premisa central. A lo largo del tiempo, supo incorporar las últimas tecnologías disponibles para garantizar transparencia, eficiencia y seguridad en cada sorteo. Un hito clave fue la implementación del sorteador cuántico de números aleatorios, una tecnología de vanguardia que posicionó a Misiones como una de las primeras loterías del país en utilizar este sistema de nivel internacional. Hoy, más de medio siglo después, la Quiniela Misionera sigue siendo un sello distintivo de identidad provincial. Un juego que evolucionó junto a la sociedad, y que continúa apostando al futuro, brindando experiencias renovadas a sus jugadores y contribuyendo al bienestar de la comunidad.
Primeros pasos
El 11 de agosto de 1972 se oficializó la Quiniela Misionera con la apertura de las primeras agencias en Posadas y la realización del sorteo inicial, que utilizó las bolillas extraídas por la Lotería Nacional. En sus inicios, funcionó como una sala de juegos dentro del casino capitalino, hasta que en febrero de ese año se reglamentó formalmente su explotación mediante el Decreto Nº 384/72, firmado por el entonces gobernador Ángel Vicente Rossi y el ministro de Bienestar Social y Educación, Miguel Soto. La implementación estuvo a cargo del gerente general del IPLyC, Rodolfo Aguilar.
Otro hito clave llegó el 24 de diciembre de 1975, con el primer sorteo de la Tómbola Misionera utilizando bolillero propio, consolidando así una estructura de juego provincial. El organismo rector, el Instituto Provincial de Lotería y Casinos, había sido creado unos años antes, el 20 de noviembre de 1967, mediante el Decreto Nº 376, con la misión de administrar y regular los juegos de azar en todo el territorio misionero.