La consultora especializada en consumo Focus Market indicó que “desde 2016 a 2019 las marcas mayoristas y de segunda línea pasaron de una participación del 32,6 al 42,8 por ciento en unidades y del 21,5 al 27,7 por ciento en facturación”.
Además de la mayor compra, la brecha de precios también creció. Según afirmaron supermercadistas de Misiones a El Territorio, los valores difieren entre el 25 y hasta un 50 por ciento entre un mismo producto pero de marcas distintas.
El motivo radica en que las firmas que acaparan buena parte del mercado poseen más publicidad en medios que las de segunda línea. Aducen que se abona más por marketing que por calidad ya que, en este sentido, advierten que no poseen diferencia alguna.
Al precio del marketing
La publicidad juega un rol preponderante para dar a conocer determinados productos y es una característica que poseen las marcas líderes, mientras que las de segunda línea carecen de ella. Eso se observa en las góndolas y demuestra la diferencia de precios entre uno y otro producto.
Nelson Lukoski, presidente de la Asociación de Comerciantes de Misiones, afirmó a El Territorio que “los precios elevados de las primeras marcas se deben a una cuestión de marketing, porque tienen más publicidad que otros y eso acentúa la diferencia”.
Además indicó que las denominadas segundas marcas son “las que sostienen el consumo familiar".
Explicó que, en los tiempos actuales de crisis económica, la búsqueda se profundizó aún más, ante la merma en el poder de compra y la suba de precios de varios productos de la canasta familiar. “Podemos encontrar una brecha de entre el 15 y 20 por ciento entre los productos de primera y segunda firma”, precisó Lukoski.
Detalló que, tanto en Misiones como en otras provincias del NEA, el consumo y elección de segundas marcas es mucho mayor, porque se prioriza la compra de productos que se fabrican en la región, tales como harina, arroz, azúcar y lácteos. Dada la cercanía con los grandes centros de elaboración de los alimentos, los costos son menores de los que pueden encontrarse en Buenos Aires, señaló.
“Las segundas marcas no tienen publicidad, no invaden en la televisión. No como las que sí la tienen y eso se traduce en un costo más alto en las góndolas”, precisó.
Ejemplificó que, en el caso de un fideo de medio kilo de una primera marca, éste cuesta alrededor de 70 pesos, mientras en una presentación de segunda firma cuesta entre 35 y 40 pesos.
A su vez, aclaró que no se evidencia diferencia en la calidad entre una primera y segunda marca y que los productos que brindan las empresas mayoristas son aún más económicos.
“El único valor agregado que tienen las firmas de primera línea son que tienen un preparado y agregado especial, pero eso no implica que haya una diferenciación de calidad”, comentó el presidente de la Asociación de Comerciantes.
Sobre la cuestión del marketing, indicó que la mayor brecha de precios se observa en las gaseosas que, en el caso de una bebida de tres litros, el valor de una firma de nivel mundial es de 130 pesos y la de segunda cuesta 50 pesos. En este sentido, reflexionó que “el argentino en general elige qué consumir a partir de lo que ve en la publicidad que instalan los medios de comunicación”.
Luego, refirió que: “La compra de segundas marcas viene en marcado ascenso desde el año pasado, no solamente por la crisis, sino por la caída en la capacidad de compra”.
Diferencia pronunciada
Según manifestó Lucas Keerps, empresario supermercadista de Posadas, los precios entre productos de primera y segunda firma son aún mayores, ya que oscilan entre el 25 y el 50 por ciento.
“Las segundas marcas siempre estuvieron presentes pero cobran más protagonismo en tiempos de crisis, donde la capacidad de compra está muy limitada”, afirmó.
Precisó que las galletitas, productos de limpieza y fideos son los que mayor diferencia de precios poseen entre una primera y segunda firma. A su vez, especificó que en el caso de los lácteos también se observan grandes distancias de precios según la marca.
“Hay cuestiones muy mínimas que varían entre uno y otro producto, pero si una figura del espectáculo o del deporte auspicia un marca de fideos, arroz o gaseosa, el costo publicitario se traduce directamente al precio en góndola. Es como un agregado publicitario que termina pagando el consumidor”, consideró el empresario.
La elección de productos de segunda línea se acentuó con la fuerte alza en los precios de primera línea y ello “obligó a una racionalización de las compras que pueden ser más económicas”, y ese comportamiento puede perdurar en el tiempo, apuntó Keerps.
“Ahora que estamos en crisis uno consume productos que capaz antes no hubiese elegido. Luego se verá si eso persiste en el tiempo, independientemente de la capacidad de compra”, reflexionó.
Calculadora de precios
El Territorio realizó relevamientos de precios en algunos supermercados de Posadas para indagar en la diferencia de valores en algunos productos de la canasta básica.
En el caso del pack de arroz de medio kilo Amanda, éste se consigue a 42,20 pesos, mientras que la marca Mantulak se comercializa a 37,90 y la brecha entre ambos es del 13%.
Para la yerba, la firma Romance de 500 gramos se consigue a 82,90 mientras que la Compadre se vende a 58,90 pesos (28%).
El aceite de girasol de 1, 5 litros también tiene diferencias: la marca Natura está 130, mientras que Ideal, 88,50 (32% de brecha). Similar caso ocurre con la leche. La firma La Serenísima se puede comprar a 71 pesos, mientras que la marca Apóstoles, a 48 (32%).
La brecha es aún mayor para el fideo, y es del 49%. El spaghetti Matarazzo se consigue a 57,40 y la línea Favorita, a 29,20 pesos. Pero la gaseosa tiene la mayor diferencia, del 149%. La Coca-Cola de tres litros se vende a 130 pesos, mientras que la marca Manaos, a 49 pesos.
(El Territorio)
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