El apostador aseguró que aún no puede “asimilar” este golpe de suerte pero que con lo obtenido buscará terminar de construir su vivienda cuya edificación inició hace bastante tiempo y “con mucho sacrificio”.
Confió que siempre “pruebo la suerte y hago que la máquina me tire los números”. El viernes, como todos los días, había realizado dos o tres jugadas de la Poceada y cuando había vuelto para revisarla, la vendedora le adelantó que habían salido todos los premios. “Cuando me puse a revisar, empecé a ver que había sido yo el afortunado”, dijo el hombre, cuya prioridad es terminar la casa que empezó a construir “hace un tiempo”.
Movilizado por la situación, sostuvo que, si bien “no entiendo bien lo que está pasando, estoy muy feliz por mi familia” y porque esta inyección de dinero le permitirá vivir de una manera un poco más holgada y seguir trabajando “de un modo más tranquilo”.
El pozo estimado para el sorteo de esta tarde de jueves es de 990 mil pesos.