En su visita a Misiones, Bisquerra se reunió con la diputada provincial María Inés Rebollo, quien es coautora, junto con el presidente de la Legislatura misionera, Carlos Rovira, de la ley que incorporó a los diseños educativos misioneros las bases y los principios de la educación emocional.

El catedrático consideró que “los índices de ansiedad, estrés, depresión, suicidios, comportamientos de riesgo y violencia manifiestan la necesidad de una educación emocional”. Dijo que son necesidades sociales que requieren atención, al no estar contempladas en las áreas académicas ordinarias.

“El primer paso es formar al profesorado para sus propias competencias emocionales, para que estén en mejores condiciones de contribuir al desarrollo de las competencias emocionales del alumnado, con las estrategias y la fundamentación debida; es lo que nos proponemos difundir y potenciar”, expresó el experto.

Puso énfasis en la ley de educación emocional existente en la provincia: “Misiones es una provincia puntera a nivel mundial en este tipo de legislación”, dijo, y felicitó a “los ciudadanos de Misiones y a las personas que han hecho posible esta ley porque hay que reconocer que es un paso importantísimo adelante”.

Para Bisquerra, “la educación requiere formación continua, porque es la forma de ponerla en práctica con fundamento y con eficiencia”, por lo que insistió en la importancia de “sensibilizar al profesorado, a las familias, a la sociedad y a la clase política en general, que aquí en Misiones me consta que, como mínimo lo que he conocido están sensibilizados; para que consideren la educación emocional como uno de los objetivos prioritarios de la educación en general en el siglo XXI”.

Advirtió que sería “un error” considerar a la ley misionera como una imposición, y que “debería ser vista como algo que va en beneficio de la ciudadanía en general”.